¿Está en peligro el Comercio Local?
El comercio local ha estado presente desde tiempos remotos, desde el neolítico en adelante. Al principio, era una forma de intercambio y trueque debido al exceso de productos agrícolas y trabajo. Con la introducción de la moneda, especialmente por los romanos, el comercio local se consolidó. Hoy en día, el comercio local en España contribuye a la economía vendiendo productos locales y gourmet, lo cual es beneficioso tanto para la economía nacional como para la local.
¿Qué aportan las tiendas o comercios locales?
Los estudios demuestran que alrededor del 50% de lo que se gasta en pequeños comercios se reinvierte en la economía local, en comparación con solo el 5% en las grandes superficies. Además, los comercios locales invierten en mejoras para su negocio y contratan a empresas y personal de la zona. Estos comercios también promueven y respaldan los productos locales, fomentan la relación con otros comercios y personas de la comunidad, y apoyan las actividades del municipio y las asociaciones del barrio. Las tiendas de barrio contribuyen a la seguridad, promueven la interacción con los ciudadanos y embellecen las calles con sus escaparates, lo que genera valor añadido a las zonas cercanas.
¿Pueden competir las pequeñas tiendas con las grandes superficies?
La rentabilidad del comercio local depende de las ventas, que a su vez se ven afectadas por el poder adquisitivo de la población de la zona. En las últimas décadas, incluso en épocas de alto poder adquisitivo, el comercio local ha experimentado una disminución en sus ventas. Esto se debe tanto a la agresividad de las grandes superficies como a factores como impuestos y ayudas recibidas.
Un Comercio Local compuesto principalmente por pequeñas y medianas empresas muchas de ellas llevadas por autónomos que se enfrentan a una carga tributaria significativa a nivel nacional, autonómico y local. Los comerciantes demandan una reducción de impuestos, ya que consideran que pagan demasiado en comparación con las grandes superficies. No se les puede exigir a los pequeños comercios los mismos requisitos que a los grandes. Además, las grandes superficies atraen a los consumidores con precios bajos, pero esto no siempre se traduce en calidad y servicio como lo hacen las pequeñas tiendas. Esto fomenta una mentalidad de usar y tirar, con consecuencias climáticas negativas.
¿Qué pueden hacer los consumidores?
Hoy se debaten los beneficios del comercio local en comparación con las grandes corporaciones que ofrecen nuevos servicios. La llegada de estas empresas está generando cambios económicos y transformaciones culturales, de ocio y de la percepción de la ciudad. Esto plantea preocupaciones sobre la preferencia de un modelo de comercio específico en detrimento del comercio tradicional y el equilibrio entre ambos.
El comercio local ha sido fundamental para la economía. Sin embargo, las grandes corporaciones no ofrecen una solución completa a problemas como el empleo, la seguridad o la mejora de los barrios. Estas empresas generan trabajos precarios, con alta rotación y salarios bajos. Además, los beneficios no se reinvierten en el barrio y se puede observar cómo afectan al comercio local y, por ende, a los barrios.
A pesar de las diferencias de precios y lo atractivas que pueden resultar las grandes superficies, es importante educar al consumidor sobre la lucha que enfrenta el comercio local y sobre su necesidad de más apoyo de los ayuntamientos y vecinos.
Profesiones como la de zapatero por ejemplo, están desapareciendo, ya que ahora se fomenta más el tirar y reemplazar en lugar de reparar. El zapatero no puede competir con los bajos precios del calzado de baja calidad que ingresa al mercado. Esto significa que ya no puede contratar aprendices, mejorar su tienda ni reducir los precios, ya que apenas le alcanza para cubrir los gastos y mantener a su familia.
Un mundo más ecológico
Todos estamos comprometidos con la ecología, pero ¿realmente entendemos este cambio? Antiguamente, nuestros abuelos llevaban sus propias bolsas de tela para comprar en las tiendas, y los productos se envolvían en papel. Con la llegada de las grandes superficies y empresas, los océanos se llenaron de plástico. Fue entonces que para evitar este problema comenzaron a cobrarnos por las bolsas, lo que parecía indicar un cambio positivo. Sin embargo, la reducción de bolsas y basura ha sido mínima. Incluso una sola manzana se vende ahora en bandejas envueltas en varias capas de plástico. ¿Realmente se quería combatir el exceso de basura y ayudar al cambio climático, o simplemente querían cobrarnos por las bolsas? El resto de los productos de las grandes marcas siguen el mismo camino. Sin embargo podemos ver a simple vista que el comercio local es mucho más ecológico en este sentido.
Es cierto que puede haber diferencias de precio entre el comercio local, las grandes superficies y las tiendas en línea. Pero no hay magia, al final todo se paga. En el caso de las tiendas en línea, muchas ni siquiera tienen una tienda física, lo que reduce sus costos, y no sabemos en qué condiciones se almacenan sus productos.
El tiempo nos mostrará qué cambios experimentará la economía, pero está claro que los grandes monopolios reducen costos y, una vez que dominan el mercado, aumentan los precios, sabiendo que no podrás comprar en otro lugar. ¿Caeremos todos en la trampa de la comodidad?
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Fuente: https://ubelibre.blogspot.com/p/el-comercio-local-es-tanantiguo-como-la.html
